JUSTIFICACIÓN

 


El acto de escribir es un acto complejo de procesos y subproceso, de creación mental, de comunicación y donde se comparten y convergen muchas ideas. Para Cassany, escribir no es poner letras o signos en un papel, si no es la producción de un significado global y preciso sobre un tema y hacerlo comprensible para una audiencia. La competencia comunicativa del discurso escrito involucra el significado, la comunicación y el uso de la lengua escrita donde se considera el acto creador del sujeto; bien sea el profesional en formación o ejerciendo, el escritor, sus conocimientos, el propósito de comunicar una información con destino a un lector, la generación y procesamiento de la información, y la composición mediante el uso idóneo de la lengua escrita. 

El proceso de escritura en el ámbito pedagógico requiere la construcción de documentos tales como: proyectos de aula, correos electrónicos, guías didácticas, circulares, evaluaciones escritas, cartillas, entre otros. Por esta razón, el docente debe producir textos de diversas tipologías; identificar situaciones funcionales relacionadas con la escritura y reconocer ciertos elementos asociados a la producción de un mensaje escrito, como, por ejemplo: ortografía, puntuación, coherencia y cohesión (Ferreiro, 2011). Si un docente no desarrolla las habilidades anteriormente mencionadas, difícilmente logrará la formación de escritores competentes e incluso perderá el reconocimiento por parte de sus colegas y estudiantes.

Una de las razones principales de la problemática del docente está relacionada con su situación académica durante sus estudios en Licenciatura. Pues su carrera estuvo enfocada en el área de artística (Licenciatura en Educación Artística) y aunque en muchas ocasiones tuvo que realizar trabajos escritos, se evidencia que hubo ausencia de formación en las competencias de lenguaje. Entre las competencias de lenguaje ausentes en su formación universitaria se pueden evidenciar el desconocimiento de cómo se interrelacionan los planos propuestos por Van Dijk (2013): la organización oracional (microestructura), la organización textual (macroestructura) y la identificación de género del texto (superestructura). Dicho autor enuncia que dominar e integrar con precisión los discursos lingüísticos es fundamental para alcanzar el propósito comunicativo.

Por consiguiente, se plantea la siguiente estrategia que pretende desarrollar la competencia comunicativa del discurso escrito para que el profesional pueda hacer uso adecuado de esta en su campo laboral y así convertirse en un ser competente.

 

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